Identificación microbiana precisa a nivel de especie.
Evaluación de CMI y perfiles de resistencia en un solo paso.
Diseño de pocillos optimizados para precisión bioquímica o antimicrobiana.
Compatibilidad con formulaciones AST según EUCAST y CLSI.
Códigos de barras preaplicados: aseguran trazabilidad y automatización total.
Sistema cerrado: mínimo riesgo de aerosoles, salpicaduras o derrames.
Hasta un 50% menos pasos de preparación que métodos convencionales.
Alta velocidad de procesamiento con identificación y AST en horas, no días.
Reducción de errores humanos mediante automatización e interpretación asistida.
Crucial frente a la resistencia antimicrobiana, facilitando decisiones clínicas acertadas.
Mayor bioseguridad y control de calidad gracias a su diseño cerrado y automatizado.
Compatible con sistemas de datos y plataformas de vigilancia epidemiológica.